Escudo y Bandera
El escudo está conformado por cuatro cuadrantes con uno de los lemas más dicientes de Santa Juana Lestonnac sobre el eje horizontal:
- El primer cuadrante arriba a la izquierda hace alusión a nuestro contexto dosquebradense, representado en dos quebradas y el piñón como símbolo municipal.
- El segundo cuadrante arriba a la derecha contiene una flor con pétalos de diferentes colores y matices. Esta hace alusión al trabajo institucional de educación en valores y principios al respeto por la diferencia y la inclusión.
- El tercero cuadrante abajo a la izquierda son dos manos de diferente raza estrechándose en símbolo de solución de conflictos, tolerancia, unidad y solidaridad; dando importancia a la Convivencia Institucional.
- Y el cuarto cuadrante abajo a la derecha es un libro o cuaderno con una pluma que hacen referencia a la formación y la Academia institucional. Los tres últimos cuadrantes son símbolo de educación Integral e incluyente.
Desde la base y hacia la mitad del escudo se ve un laurel que simboliza los triunfos Deportivos, Académicos y Culturales que caracterizan a la institución y siempre la han destacado en el ámbito local, departamental y nacional.
Y en la parte superior una cinta con el nombre de la institución.
Los colores seleccionados para el escudo y la bandera representan:
- El color verde evoca la juventud y la esperanza que es inherente a la institución; la nueva vida que se cimienta en ella, la acción y un necesario reconocimiento a la naturaleza.
- Vino tinto que simboliza la fuerza de la institución, la pasión y amor con la que se realizan todas las labores emprendidas y la entrega al proceso educativo.
Himno Santa Juana de Lestonnac
Santa Juana de Lestonnac
En 1556, Juana nace en Burdeos. Primogénita de una familia altamente significativa en la ciudad. Su padre, Ricardo Lestonnac es Consejero del Parlamento. Su madre, Juana Eyquem, hermana del humanista Miguel de Montaigne, autor de Los Ensayos. La rica cultura renacentista marca con fuerza su educación. El calvinismo invade Francia. Las guerras de religión desgarran el país. Su madre, seducida por la Reforma, intenta atraer a su hija. Juana encuentra dos defensores de su Fe Católica en su padre y en su tío Miguel que intuye su conflicto interior. Crece la Fe adolescente de Juana. Una Fe probada, protegida, reafirmada. El Espíritu le alienta interiormente: “No dejes apagar la llama que yo he encendido en tu corazón…”